– Por Dra. Koncha Pinos, El Planeta del Bienestar.
Cuando Corea del Sur comenzó su exploración de bosques curativos, lo hizo para mejorar la salud y el bienestar de sus ciudadanos y para proteger su patrimonio forestal. Fue el comienzo de un enfoque novedoso en la salud pública mundial. Corea del Sur, a tres décadas de entonces, es reconocida como pionera en cómo cultivar el bienestar verde, dando forma fiel a su ambiciosa idea de seguir siendo el pulmón de Asia. Es el país que tiene más senderos curativos en el mundo.
La Agencia Forestal de Corea ha construido un ambicioso complejo forestal para la curación de adicciones, jardines descalzos, jardines de hierbas y kilómetros y kilómetros de senderos sensoriales. Los beneficios de los bosques ya han sido reportados en innumerables artículos científicos. Todos sabemos que tan solo 20 minutos bajo los árboles pueden cambiar por completo tu neuroplasticidad.
Construir un bosque curativo al aire libre es difícil pero posible. Construir un proyecto forestal dentro de un centro penitenciario en beneficio de las personas privadas de libertad es un reto mucho mayor.
Los reclusos no tienen muchas oportunidades de moverse. No tienen muchas posibilidades de disfrutar de los buenos olores, de tocar la tierra, de sentir el aprecio de los seres vivos.
Ahora. hay un programa con un enfoque neurocientífico. Está diseñado por el Dr. Koncha Pinos, con la asesoría científica del Dr. Richard J. Davidson. Promueve la construcción de viveros forestales, plantas medicinales y flores en las cárceles. Los reclusos reciben formación forestal, además de formación socioemocional y cognitiva durante un año completo. La evidencia científica muestra que los árboles pueden cambiar nuestras emociones y estructuras cognitivas.
Reforestando Vidas es un proyecto de MiAmbiente (Gobierno de Panamá), el Centro Penitenciario La Joyita y la Fundación Planeta Bienestar.
A través de este trabajo, es evidente que el valor de plantar árboles se extiende más allá de la protección del medio ambiente. El bosque también puede ayudar a las personas privadas de libertad a sanar (emocional y psicológicamente) ya trabajar con su pasado (estrés traumático y recuerdos recurrentes). Cuidar los bosques y otros seres vivos puede ayudar a prevenir recaídas y preparar a los encarcelados para un futuro fuera de prisión.
Cada año perdemos miles de hectáreas de árboles, y cada año van a la cárcel personas que merecen que se les devuelva la vida. La reforestación no es nada nuevo, pero un proyecto comunitario de rehabilitación para las personas y el planeta es algo ejemplar.
Los privados de libertad dirán: “Ven aquí. Planté estos árboles; Hice crecer este bosque”. Eso hace que su vida florezca de nuevo. La tierra será reforestada y las vidas serán restauradas.
¡Este proyecto que les presentamos hoy, es algo nuevo, no solo en Panamá, sino también en América!
¿Quieres saber más sobre el proyecto Reforestando Vidas? Mira aquí.
0 Comments